Giraffa camelopardalis peralta
Giraffa camelopardalis peralta es considerada una de las subespecies más hermosas de jirafa que existen. Sus delicados rasgos y características anatómicas son un deleite para nuestra vista, pero lo lamentable es que su estado de conservación es alarmante: se encuentran en peligro de extinción.
Anatomía
Miden entre 4.5 y 5.5 metros de alto y tienen un peso de hasta 1,300 kilos.
Miden entre 4.5 y 5.5 metros de alto y tienen un peso de hasta 1,300 kilos. Su piel es diferente al diseño de otras jirafas; estas poseen manchas separadas y uniformes de un marrón rojizo sobre un fondo color crema o amarillo pálido. La altura de los machos es mayor que en las hembras y los cuernos son más delgados en ellas.
El rostro de una jirafa nigeriana posee una frente clara con muy poca cantidad de manchas oscuras, distintivo que la identifica con mayor facilidad ante sus parientes. Si observamos a una jirafa de otra subespecie podremos notar que la parte superior de la cara y en medio de los ojos su tono es marrón oscuro, pero en el caso de la representante peralta no es así.
Hábitat y distribución
Habitan en bosques y llanuras abiertas. Antes de que se llevara a cabo la Primera Guerra Mundial, vivieron en gran parte de África occidental, pero sus poblaciones se redujeron de manera alarmante, quedando solamente en una región muy pequeña de Níger.
Comportamiento y alimentación
Son nómadas y se trasladan guiándose por la disponibilidad de alimento. Las que se dirigen hacia un mismo destino tienden a formar grandes agrupaciones que posteriormente suelen dispersarse. Las manadas varían en número pero lo más común es que se integren por 15 individuos.
En los meses más secos beben hasta 10 galones en unos minutos.
Su alimentación se basa en varios tipos de hojas y brotes, pero su alimento favorito son las hojas de acacia. Son más selectivas con la vegetación que ingieren, tomando solo la de los árboles y arbustos que les agradan. Se toman su tiempo para masticar y tragan poco a poco.
De sus alimentos obtienen la mayor cantidad de agua para contrarrestar el clima en el que habitan. En los meses más secos beben algunas veces por semana, logrando ingerir hasta 10 galones en unos minutos.
Amenazas
No existen ejemplares en cautiverio. Lo que se creía que eran jirafas nigerianas resultaron ser realmente jirafas de Kordofán (Giraffa camelopardalis antiquorum) por lo que se estima que solo quedan de 200 a 300 individuos en el medio salvaje, razón por la que su estado de conservación se cataloga en peligro de extinción.
Se estima una población de 200 a 300 individuos en estado salvaje.
Dentro de las amenazas naturales se encuentra la hiena, el perro salvaje africano, los leopardos y leones. Las crías son presas fáciles para ellos aunque estén acompañados de la madre, pues animales carnívoros en grupo son casi imposibles de vencer.
Como solución ante su situación alarmante relacionada con el hombre, se ha regulado las vigilancias y el monitoreo de las pocas jirafas existentes en el hábitat salvaje. También se ha reforestado zonas que quedaron devastadas por actividades agrícolas y que posteriormente fueron abandonadas. Eso no es un trabajo fácil, pero se espera que con los esfuerzos diarios las jirafas nigerianas tengan un largo y digno futuro.